A tomar en cuenta antes de iniciar el ejercicio en el embarazo 

La actividad física en el embarazo, generalmente, es segura, beneficia tanto a la madre como al feto en desarrollo y no incrementa el riesgo de complicaciones o efectos adversos durante el embarazo. Es por esto, que el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG en sus siglas en inglés), recomienda a la embarazada acumular 30 minutos o más de actividad física de intensidad moderada gran parte de la semana o todos los días, siempre y cuando no existan complicaciones médicas ni obstétricas. 

Se ha estudiado que el ejercicio durante el embarazo puede mantener e incluso mejorar la condición física de la mujer. Si se tiene sobrepeso u obesidad, la actividad física reduce el riesgo de preeclampsia, de dolor pélvico y lumbar, y la ganancia excesiva de peso gestacional, además de incrementar el bienestar. Es por esto que se recomienda a las embarazadas mantener o incluso incrementar su nivel de actividad física. 

Algunas recomendaciones: 

  • Mantenerse hidratada antes, durante y después del entrenamiento. 
  • Comer un snack antes del ejercicio para evitar la fatiga y malestar mientras se practica. 
  • Mantener bien ventilado y con una temperatura agradable el ambiente donde se desarrolla la actividad física. 
  • Realizar ejercicio siendo supervisada por un profesional de la salud, quien pueda. dosificarlo, para obtener los beneficios esperados y mantener un ambiente seguro, además de prevenir o saber intervenir si aparece algún síntoma como dolor lumbar o pélvico, por ejemplo. 
  • Controlar la frecuencia cardiaca durante el ejercicio. Una forma de manejar la intensidad es a través del “Test de habla”, que consiste en evaluar si la embarazada es capaz de mantener una conversación mientras realiza el ejercicio, si no puede, debe disminuir la intensidad de este. 

La información contenida en esta página web no debe usarse como sustituto a la recomendación médica o nutricia del profesional a cargo. 

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